El terremoto de magnitud 7.6 grados que golpeó el lunes la costa occidental del centro de Japón ha dejado al menos 50 muertos, mientras continúan las labores de rescate y la búsqueda de personas atrapadas bajo los escombros de construcciones que se derrumbaron. La ciudad de Wajima, a unos 500 kilómetros de Tokio y situada muy cerca del epicentro del terremoto, está resultando una de las más castigadas por el seísmo, que provocó el derrumbe de unos 25 edificios, muchos de ellos casas particulares, en esta localidad de unos 27 000 habitantes.