Un equipo de investigadores halló en Panamá el fósil de una tortuga que vivió hace seis millones de años y que contiene ADN, lo que solo se había reportado antes, «en todo el registro fósil de vertebrados del planeta». Se trata de un caparazón parcialmente conservado de una tortuga Lepidochelys del Mioceno Superior de Panamá, el fósil más antiguo hallado de este género, según se describe en un artículo de 11 páginas publicado en la Revista de Paleontología de Vertebrados.