Las presas que abastecen agua para el ganado han comenzado a secarse por completo, luego de un prolongado estiaje que ha “golpeado” durante casi dos años, aunado a la escasez de precipitaciones en esta temporada de lluvias. Rodrigo Avilés, productor de la ruta de las comunidades hacia Progreso de Maravillas, refirió que desde mediados de 2022 y primeros meses de este 2023 las presas empezaron a descender y sus niveles bajaron hasta un 50%.