Donald Trump entró en un tribunal de Nueva York donde está previsto que suba al estrado como testigo en un juicio civil por fraude que amenaza con mermar el imperio inmobiliario que forjó su reputación antes de entrar en política. El ex presidente de Estados Unidos, al igual que sus dos hijos adultos que testificaron la semana pasada, probablemente se enfrentará a preguntas punzantes sobre unas cuestionables prácticas contables que el juez Arthur Engoron ya declaró fraudulentas.