Hacia finales del siglo XVII, el misionero jesuita Eusebio Francisco Kino inició una serie de misiones en lo que se denominó la Pimería Alta, una región ubicada entre lo que es ahora el estado de Sonora y el estadounidense de Arizona, con la intención de evangelizar a los pueblos indígenas que habitaban allí. Se construyó un templo dedicado a Nuestra Señora de la Purísima Concepción, sin embargo, este edificio no es el que permanece hoy en día, pues la actual iglesia es de inicios siglo XIX, aunque su fachada es de estilo barroco.