El noreste de España, afectado por una sequía prolongada, endureció las restricciones al consumo de agua, y las autoridades catalanas dijeron que Barcelona tal vez necesite que le traigan agua potable en barco en los próximos meses. Cataluña padece la sequía más grave desde que se llevan registros. Los embalses que surten agua a seis millones de personas, incluidos los habitantes de Barcelona, tienen apenas un 18 por ciento de su capacidad.