El magistrado numerario del Poder Judicial de Tabasco, José Martín Félix García, ventiló que su demanda por daño moral contra el ex magistrado Jorge Priego Solís, y la posibilidad de que recaiga responsabilidad administrativa al frente del organismo como presidente, siguen vigentes.
En Telereportaje, con Emmanuel Sibilla, luego de confirmarse su restitución al cargo tras 10 años de lo que ha calificado como una persecución contra él y varios funcionarios del Poder Judicial, Félix García aseguró que no guarda resentimientos contra Priego Solís, pero sí consideró necesario que la justicia llegue a su caso.
«Aunque ya no es funcionario judicial, puede estar sujeto a una responsabilidad administrativa. En el caso de la demanda por daño moral, está vigente. No le tengo rencor y odio, pero sí tengo una necesidad de justicia. Si me lo encontrara le daría las gracias, le tengo compasión. No sé qué lo hace ser déspota, arbitrario, que hace mal a la gente. Me han hecho llegar información sobre su círculo personal, pero a diferencia de él, no lo voy a publicar. A él no le tengo ni miedo ni respeto, pero su esposa e hijos sí tienen mi respeto. – ¿Cuál fue tu sentimiento cuando procesaron a Jorge Priego Solís? – Un sentimiento de justicia. Espero que sea para él una experiencia aleccionadora».
El funcionario judicial reconoció que, a través de Telereportaje, logró que se diera marcha atrás a la destitución masiva de consejeros, jueces y magistrados, una situación que calificó de arbitraria, con la finalidad de que el gobierno de Arturo Núñez pudiera llevar a cabo una persecución contra altos mandos del gobierno granierista.
Expuso que, en el transcurso del sexenio de Arturo Núñez, las autoridades judiciales se habrían planteado proceder penalmente contra él, con carpetas de investigación que planteaban acusaciones falsas.
«Conmigo continuaron con todo lo legal, ya no pidieron encarcelarme. Tuve más de 60 amparos por las acusaciones armadas. Yo era un delincuente de los más perseguidos. Cuando estaba la administración de Jorge Priego, no me dejaban entrar ni la oficina, hubo una ocasión que me sacaron a golpes de la audiencia. – ¿Tuviste miedo? – En aquella época sí».
José Martín Félix estimó que a 10 años de que se enfrentara contra el Poder Judicial para el que había trabajado, su autoridad moral se ha reivindicado.
«Ha valido la pena. Me siento en paz, reivindicado. Era relevante limpiar mi nombre, pero también hacer algo por la autonomía de los jueces. No podría yo concebir que corrieran a todos los jueces. Fueron 10 años de pesadillas, pero también de una gran experiencia», concluyó.