Debido a su indignación frente a las continuas agresiones que han recibido, pobladores de la comunidad de Chan Cenote tomaron medidas drásticas para hacer justicia por su propia mano.
Dado el historial de violencia constante, los pobladores enfurecidos sometieron a los hermanos, Gerardo, Pedro, José, Luis y Gabriel, y los ataron a los postes donde comenzaron a recibir golpes.
Ante la situación, un convoy de policías municipales y estatales llegó al pueblo y, tras dialogar con la multitud, se logró que los hermanos fueran entregados.