El papa Francisco se unió a la conmoción y tristeza que envuelven a Marruecos después del devastador terremoto que golpeó al país. Durante su mensaje al final del rezo dominical del ángelus en la plaza de San Pedro, el Papa expresó su cercanía al «querido pueblo de Marruecos, golpeado por un devastador terremoto». Instó a que la ayuda concreta de todos sea dirigida hacia la población en este momento trágico.