El breve discurso hizo poco para calmar a las miles de personas enojadas y frustradas por la incesante violencia de las pandillas, el aumento de la pobreza y la ausencia de convocatoria de elecciones generales. “Creo que ha llegado el momento de que nos pongamos a pensar juntos para salvar a Haití, para hacer las cosas de otra forma en nuestro país», afirmó Henry, quien no ofreció más detalles.