Cada año, durante la época decembrina, el centro de la Ciudad de México se convierte en un mágico escenario lleno de luces y colores, pues tanto el Zócalo como los edificios aledaños se adornan con gigantescos motivos navideños hechos de luces que asemejan gigantescas esferas brillantes, relucientes guirnaldas o típicas flores de nochebuena, entre otros. La iluminación arquitectónica destaca la belleza de los históricos edificios circundantes, con un ambiente mágico y festivo que atrae a residentes y visitantes por igual.