El gobierno griego anunció que todos los partidos de la liga griega (SuperLiga) se celebrarán a puerta cerrada hasta el próximo 12 de febrero, una medida que llega después de una serie de duros enfrentamientos entre ultras y la policía durante las últimas semanas. «Los atletas, los aficionados y los ciudadanos no pagarán el comportamiento asesino de organizaciones criminales y la triste tolerancia de una mínima minoría de aficionados fanáticos», señaló en una rueda de prensa el portavoz del Ejecutivo, Pavlos Marinakis.