Emilio Contreras Martínez de Escobar
Don Gabriel Hernández Llergo, nació el 18 de marzo de 1900 en el municipio de Paraíso, Tabasco; hijo de los señores José Hernández León y Matilde Llergo Dorta, ambos de profesión maestros.
Don Gabriel estuvo legítimamente casado con las señoras Carmen, Teresa Steck, Profesora Aidé Mandujano y la señora Gloria Goñi de Llergo.
Fue padre de Rosa Aurora (con Carmen); Gabriel (con Teresa Steck); Matilde, Francisco José y Aidé (con Aidé Mandujano); José Manuel, Gloria Ruth y Patricia Gabriela (con Gloria Goñi López de Llergo).
Don Gabriel desde muy pequeño comenzó a trabajar tocando el instrumento musical la flauta en los bailes, pues había heredado el talento musical de su padre quien fue compositor de varios vals; tiempo después tuvo la oportunidad de tocar en una orquesta al ser invitado por el conocido músico Cecilio Cupido, autor del Himno de Tabasco: Blancas Mariposas.
El padre de Don Gabriel Hernández Llergo, Don José Hernández León fue un hombre que trabajó en favor de la educación en muchas escuelas del estado, y que hoy llevan su nombre. A la edad de 24 años de Don Gabriel, muere su padre, y él continúa sus estudios en el Instituto Juárez (Hoy Universidad Juárez Autónoma de Tabasco) cursando la carrera de Derecho, estando de gobernador el General Carlos Green finaliza sus estudios no pudiendo obtener su título profesional porque en ese tiempo estalla una revuelta en el poder el Lic. Tomás Garrido Canabal.
En una entrevista que le hacen Miriam Vargas, el Lic. Gabriel Hernández Llergo narra “Cuando triunfan los revolucionarios entra como gobernador interino de Tabasco Tomás Garrido Canabal y entonces huye la gente y Garrido empieza a hacer criticado fuertemente por la prensa diciendo que ya ejerció un gobierno anti clerical, pues atacaba mucho a los sacerdotes y no estaba de acuerdo con la religión católica”. Menciona Don Gabriel en esa narración que es entonces cuando Garrido lo llama para que le escribiera a su hermano Regino Hernández Llergo que se encontraba trabajando (en El Universal) pidiéndole que regresara a Villahermosa para escribir un suplemento especial del Estado.
Don Regino Hernández Llergo vino entonces a cumplir el trabajo solicitado por Don Tomás Garrido Canabal y pasando un tiempo decide regresar a la capital del País llevándose a su primo hermano José Pagés Llergo, para encausarlo en las filas del periodismo, actividad que muy pronto aprendió y en la que destacó internacionalmente.
En esa misma entrevista de Miriam Vargas, Don Gabriel Hernández Llergo le relata “que perteneció al Partido Rojo, trabaja para el gobierno y lo defendió y mandados a fusilar, él y algunos más se salvaron gracias a unas damas católicas que enviaron un mensaje al General Victoriano Huerta que se encontraba en Veracruz y él mandó decir que si el único delito que habían cometido había sido el de servir al gobierno, entonces que nos dejaran libres de protesta de abandonar las armas. Fue entonces cuando me fui a Laguna, hoy Ciudad del Carmen, en el estado de Campeche”. Tiempo después regresó y fue nombrado secretario del Tribunal Superior de Justicia.
Don Gabriel Hernández Llergo relata que en 1937 se funda publicaciones Llergo, creada por Regino Hernández Llergo, José Pagés Llergo y el propio Lic. Gabriel que era el Administrador General, de allí nace las revistas HOY, MAÑANA, ROTOFOTO y así aparecería en 1946 la famosa revista “IMPACTO”.
Don Gabriel Hernández Llergo desde 1918 hasta 1958 ocupa los siguientes encargos:
*Escribiente de la Comisión Local Agraria (1918 – 1919)
*Escribiente del Departamento de Hacienda de la Secretaría General del Despacho del estado (1919)
*Jefe de la Sección Primera de la Secretaría General de Gobierno (1920)
*Jefe de la Sección Primera de la Secretaría General de Gobierno (1921)
*Jefe de la Sección Primera, Ramos de Hacienda y Guerra de la Secretaría General de Gobierno (1921)
*Oficial de Órdenes de la Secretaría General de Gobierno del Estado (1921)
*Escribiente de la Agencia Recaudadora número Dos dependiente de la Tesorería General del Estado (1923)
*Agente Recaudador de Rezagos adscrito a la Tesorería General del estado (1923)
*Juez Único del ramo Penal del Poder Judicial del Estado de Tabasco (1927)
*Agente del Ministerio Público Adscrito al Juzgado Único del Ramo Penal de Villahermosa, Tabasco (1929)
*Agente del Ministerio Público Civil en Villahermosa, Tabasco (1931)
*Juez Mixto de Primera Instancia del Municipio de Teapa, Tabasco (1958).
DON GABRIEL HERNÁNDEZ LLERGO, realiza los siguientes Estudios:
*El Licenciado GABRIEL HERNANDEZ LLERGO fue egresado del Instituto “Juárez” de Tabasco, en donde cursó la carrera de Jurisprudencia y Notariado.
*Presentó Examen General en el citado plantel el día veintiséis de Marzo del año de Mil Novecientos Treinta y Seis.
*Presentó el Examen de Grado para obtener el Título en la Carrera de Abogado el día treinta de Marzo de mil Novecientos Treinta y Seis.
*Recibiendo el Título de Abogado el día dos de Abril de Mil Novecientos Treinta y Seis.
DATOS BIOGRAFICOS DE DON GABRIEL HERNANDEZ LLERGO
*Su niñez transcurrió de manera tranquila en los municipios de Cunduacán, Paraíso y Balancán, Tabasco, a donde sus padres tuvieron la necesidad de trasladarse junto con todos sus hijos REGINO, JESÚS GABRIEL, ROSA AURORA, JOSÉ, NATIVIDAD Y FRANCISCO a principios del siglo XX con la finalidad de prestar sus servicios como Profesores de Educación Primaria.
Su adolescencia entre en una etapa moral y económica difícil a partir del año de Mil Novecientos Catorce, cuando en plena Revolución entran los combatientes de los ríos a la ciudad de Balancán, Tabasco, en donde el padre del Licenciado HERNÁNDEZ LLERGO, ya retirado del magisterio, se dedicaba al comercio y se desempeñaba por su preparación como alcalde de dicho lugar, ante la ausencia de autoridades civiles, en donde en cumplimiento de su deber, al tener que trasladarse hasta la cárcel pública para estar pendiente de la integridad de unas personas que se encontraban privadas de su libertad, una bala perdida disparada por algún revolucionario le pegó de lleno en su humanidad y lo privó de la vida de manera inmediata; quedando su viuda y todos sus hijos, que por ese entonces eran menores de edad, en el más completo desampara moral y económico.
Esta situación obligó al Licenciado GABRIEL HERNÁNDEZ LLERGO, en ese entonces en plena adolescencia, así como a sus hermanos mayores REGINO Y JESÚS HERNÁNDEZ LLERGO, a desempeñar diversos oficios y trabajos para apoyar a su señora madre Matilde Llergo Viuda de HERNÁNDEZ en el sostenimiento económico de todos sus hermanos.
El Licenciado GABRIEL HERNÁNDEZ LLERGO siempre se distinguió por ser un buen esposo y un padre amoroso con todos sus hijos, siendo una persona hogareña que disfruta de estar en su casa y la convivencia en familia.
El Licenciado GABRIEL HERNÁNDEZ LLERGO, fue toda su vida una persona con una lealtad a toda prueba y que siempre brindó una amistad y una estimación sincera, invaluable y permanente, por ello los amigos que tuvo lo fueron de toda la vida, desde la época de su juventud hasta su sensible fallecimiento el día ocho de septiembre del año de mil novecientos noventa y seis en la ciudad de Campeche, Campeche.
Entre sus apreciables amigos indudablemente se encuentra el Licenciado TOMÁS GARRIDO CANABAL, a quien inclusive después de fallecido siguió estimando y no faltó nunca mientras su edad, salud y las circunstancias se lo permitieron a ninguno de los homenajes que cada año le hace el Gobierno del estado a dicho ex gobernador tabasqueño; así como también el periodista, escritor y cronista de la ciudad de Villahermosa PEPE BULNES SÁNCHEZ; el Coronel, político y escritor TORCUATO A. BRINDIS; el señor Francisco Ortiz; el Ingeniero RAFAEL PELLICER; el profesor ALBERTO ESCAMILLA ARCE; el Licenciado MANCILLA; el señor EUGENIO SÁNCHEZ, el agricultor y ganadero ANTONIO PADRÓN; el comerciante y político EMILIO DUPEYRÓN SALAZAR; el agricultor y escritor MANUEL ROSADO, el señor BALDEMAR CANO (MEMO CANO), el comerciante ÓSCAR LLERGO Sr. (PADRE); el comerciante maderero HEBERTO BAUTISTA; el comerciante y político del municipio de Tacotalpa, Tabasco, MIGUEL SUÁREZ, el señor MILTÓN CANO, entre otros que desafortunadamente se han quedado en el olvido por el paso del tiempo.
El Lic. GABRIEL HERNÁNDEZ LLERGO, en los ratos libres que le permitían sus múltiples ocupaciones era aficionado a tomar una cámara de cine portátil películas casera de las fiestas de sus hijos y demás eventos y reuniones familiares, así como de acontecimientos públicos como desfiles escolares, comparsas de la época de los carnavales, etc., y luego exhibir en familia esas películas con un proyector; así como disfrutaba de hacer en casa nieves o helados con frutas de temporada, pues para ello contaba con el equipo adecuado.
Tenía predilección por hacer los trabajos menores de albañilería, reparación de energía eléctrica, componer y hacer la reparación de los muebles que se necesitaran en la casa y para ello contaba con un taller de carpintería y electricidad con todas las herramientas e ingredientes necesario para ese fin; así como también fue un apasionado de archivar por más de cincuenta años la correspondencia que recibió en el transcurso de casi toda su vida, entre las que se cuentan cartas familiares, invitaciones a eventos de todo tipo, felicitaciones navideñas, esquelas mortuorias, etc.
Otras de las grandes aficiones del Licenciado HERNÁNDEZ LLERGO siempre fue leer y para ello en su casa contaba con un despacho particular con una pequeña biblioteca bien surtida, en donde se encontraban varios libreros que contenían una diversidad de libros, enciclopedias y volúmenes en inglés y español, como la de Rider´s Digest, México a Través de los Siglos, La Conquista de la Nueva España, El Tesoro de la Juventud, entre otros; al igual que disfrutaba en las reuniones familiares hacer gala de su habilidad de tocar e interpretar varias canciones en un instrumento musical de los que se conocen como flauta transversal, de la que contó por años con una de características profesionales y con la que inclusive compuso una melodía de las llamadas zapateados, mismo que tuvo la oportunidad de ser grabada en un disco de larga duración por un grupo musical reconocido en el Estado.
En agrupaciones comerciales fue gerente de la radiodifusora X.E.R.H, vocero de la Revista “HOY” y propietario de una imprenta en la Ciudad de México, D.F. en los años cuarenta y cinco del siglo pasado; y empresario hotelero en los años setenta y ocho en la ciudad de Teapa, Tabasco.
En las agrupaciones políticas participó y compartió activamente durante la etapa de su juventud, por identificarse plenamente con ellas, de las ideas, proyectos, actividades y eventos históricos que se desarrollan durante la época en que fue gobernador del estado el Licenciado TOMÁS GARRIDO CANABAL.
Y posteriormente en su etapa adulta participó como miembro activo en el Partido Revolucionario Institucional, en donde entre otras actividades se desempeñó en la Confederación Nacional de Organizaciones Populares, y como promotor de la región sierra en la Federación Cívica Revolucionaria tabasqueña.
En las agrupaciones sociales fue socio activo, siempre de manera entusiasta y con el firme deseo de dar lo mejor de sí en beneficio de los demás en las Logias Masónicas en la Ciudad de Villahermosa, Tabasco y en los Clubes Rotarios y de Leones de la Ciudad de Teapa, Tabasco.
El Licenciado GABRIEL HERNÁNDEZ LLERGO, siempre fue una persona soñadora que aspiró a dar lo mejor de sí en beneficio de los demás, y que nunca fue egoísta con su propio éxito y posición ante la sociedad, pues antes de pensar de manera cómoda en sí mismo, toda su vida procuró encaminar sus actos con la finalidad de que sus semejantes pudiesen alcanzar sus metas de vida a través de la superación personal; como lo soñó y lo consiguió cuando de manera desinteresada, junto con otras personas bien intencionadas, tramitaron y lograron después de múltiples gestiones ante las autoridades correspondiente que se abrieran las escuelas secundarias y con los años de preparatorio del municipio de Teapa, de las que inclusive fue maestro fundador y dio clases por muchos años, cobrando un sueldo simbólico por el puro deseo de ser útil y contribuir para la educación de las nuevas generaciones de los jóvenes teapanecos.
Fueron hermanos del Licenciado GABRIEL HERNÁNDEZ LLERGO, el Periodista REGINO, el Licenciado JESÚS, las señoras ROSA, AURORA Y NATIVIDAD, el señor JOSÉ y el Profesor FRANCISCO HERNÁNDEZ LLERGO.
ANÉCDOTA MÁS SIGNIFICATIVA:
Corrían los años de la revolución y en el estado de Tabasco gobernaba de manera interina el Licenciado TOMÁS GARRIDO CANABAL, y en cuyas oficinas de gobierno laboraba con la categoría de escribiente el entonces joven, casi adolescente GABRIEL HERNÁNDEZ LLERGO, cuando les llegó la noticia de que hasta el frente de la ciudad de Villahermosa, habían entrado por el río Grijalva varios barcos de guerra del gobierno del Presidente Adolfo de la Huerta y que en la ahora conocida como colonia Las Gaviotas habían desembarcado dos batallones de soldados del gobierno federal, que iban al mando de un General de apellido Vivanco; y que éste le había dado un ultimátum al gobierno del estado para que entregara la plaza sin resistencia, pues en caso contrario iban a bombardear y tomar a fuego y sangre la ciudad.
Ante tal atropello del ejército del Gobierno Federal, el gobernador del Estado, en vez de rendirse, optó por defender la plaza con los medios a su alcance con la legalidad que su investidura le otorgaba y, para ello, conminó a la ciudadanía en general y a los empleados de gobierno que al que se quisiera alistar como voluntario se le proporcionarían armas para ayudar a la defensa de la ciudad.
Él joven empleado de gobierno GABRIEL HERNÁNDEZ LLERGO, junto con otros compañeros fueron de las primeras personas que se alistaron, a los que aun siendo civiles y sin ninguna experiencia se les proporcionó armas y se les mandó a que cubrieran algunos puntos estratégicos de la ciudad. No obstante la resistencia tenaz que opusieron, no pudieron impedir que tras el asedio de varios días del ejército federal, más ordenado y mejor armando, se rindiera la plaza y todos los defensores de ésta fuesen tomados prisioneros y llevados hasta un cuartel que hacía las veces de cárcel que se encontraban custodiada por los Soldados Federales.
Entre los prisioneros se encontraba el joven GABRIEL HERNÁNDEZ LLERGO, quien fue testigo durante casi un mes que estuvo privado de su libertad, cómo todos los días llegaba un piquete de soldados y escogían al azar de entre los detenidos cuatro o cinco personas y los sacaban custodiados; enterándose después de que los llevaban a pasarlos por las armas al panteón central de la ciudad de Villahermosa.
Y así hasta un día en que se percató que llegó un número considerable de soldados y lo sacaron a él y a todo el resto de las personas que quedaban prisioneras y los hicieron marchar en medio de una larga fila de militares fuertemente armada que los franqueaban por ambos lados; y cuando quizás todos iban pensando que los iban a fusilar y que había llegado su última hora, se dieron cuenta que se pasaron de largo del camino que conducía al panteón municipal, lo que los hizo alegrarse, pero también tener la incertidumbre del lugar a donde los llevaban y cuál sería su destino.
Los llevaron hasta el centro de la ciudad, en donde se encontraban las oficinas administrativas de las fuerzas federales, ahí los recibió el General de apellido Vivanco, quien les informó que estaban libres, ya que les había sido otorgado el perdón por el ese entonces Presidente de la República Don Adolfo de la Huerta, con la condición de que no volvieran a tomar las armas en contra del gobierno, a lo que todos se comprometieron de manera solemne e inmediata.
A cada uno se le entregó un documento oficial como salvoconducto para que pudiesen gozar de su libertad sin ningún problema, y al regresar a su domicilio el joven GABRIEL HERNÁNDEZ LLERGO, supo que su liberación se había conseguido gracias a una queja de las Damas Católicas de Villahermosa le habían hecho por conducto de telegrama al Presidente de la República ADOLFO DE LA HUERTA, ante tantos abusos que estaban cometiendo los soldados federales al fusilar sin proceso legal de por medio a jóvenes que ningún delito habían cometido. Al momento, recibió órdenes terminantes de su señora madre MATILDE LLERGO Viuda de HERNÁNDEZ, que definitivamente le salvaron de nueva cuenta la vida, de que ante el riesgo de las represalias que pudieran existir en su contra, se fuera de inmediato de la ciudad y no regresara en un tiempo considerable hasta que el peligro hubiese pasado; saliendo ese mismo día por la noche escondido a bordo de un barco de carga rumbo a Isla del Carmen, mejor conocida en la actualidad como Ciudad del Carmen, Campeche.
En esta historia del distinguido teapaneco Gabriel Hernández Llergo, también se contó con material de la periodista Miriam Vargas, así como con la participación de los hijos de Don Gabriel con crónicas y artículos que se han escrito a través del tiempo.