La decisión de los coordinadores parlamentarios de aplazar hasta febrero la aprobación de la reforma que reduzca de seis a cinco días la jornada laboral semanal, derivó en una inconformidad de un bloque de Morena, lo cual a su vez provocó un retraso de cuatro horas en la sesión ordinaria.
Cuatro diputadas de ese grupo salieron a “dar la cara” a un grupo de trabajadores que realizaron un bloqueo en Eduardo Molina y Zapata, y ahí Susana Prieto Terrazas acusó que el coordinador Ignacio Mier no hizo valer su voto para incluir el tema en la sesión.