Marcelo Ebrard inició su etapa de recorridos de trabajo por el país visitando a su maestra Bety, quien vive en la Ciudad de México y fue quien le brindó enseñanza en un jardín de niños.
Para llegar al sur de la capital se desplazó en un vochito que le regaló su esposa Rosalinda Bueso y que fue adaptado en Nuevo León para volverlo eléctrico.