El Barcelona se verá las caras ante el Real Madrid el domingo en la final de la Supercopa después de superar a Osasuna en un partido académico en el que el equipo blaugrana se impuso por fondo de armario y consistencia, con goles de Lewandowski y de Lamine Yamal para imponerse por 2-0. Toda una novedad en un equipo que hacía tiempo que no se imponía por más de un gol. La victoria del Barcelona, que supone que la final de la Supercopa vuelva a ser un partido entre el campeón de Copa y el de Liga desde que se juega en Arabia.