Bajo la premisa de que las oleadas migratorias mundiales son a las sociedades lo que la polinización y las abejas a la naturaleza, José Hugo Sánchez construyó «una fábula» para recordarnos que somos primordialmente criaturas vivas, seres interconectados, en contraposición con los excesos de la identidad, «palabra que puede ser muy peligrosa».
Polinización, exposición del artista que se define como «hijo de la frontera» –del dólar y el peso, del inglés y el español–, que se inauguró en el Centro Cultural Tijuana (Cecut), es también una metáfora que detona una reflexión en torno a las causas de la migración, sus consecuencias y la lucha constante de los migrantes.