Pasaron más de 48 horas, tiempo en el que la Fiscalía General de Oaxaca no emitió ninguna información oficial sobre los delitos que se les imputaban ni dio a conocer su situación legal, para que finalmente quedaran en libertad las cuatro personas activistas que permanecían detenidas tras ser apresadas, luego de participar en una marcha-calenda para protestar en contra de la gentrificación que ha disparado el costo de la vivienda y los servicios en la ciudad de Oaxaca.