Segundo día de gira por el centro-norte del país en el que el presidente Andrés Manuel López Obrador aludió al final de su gobierno para enfatizar que está garantizada la continuidad de la transformación cuyas bases dejó sentadas.
Asimismo, destacó que con sus iniciativas de reformas constitucionales pretende garantizar los derechos sociales para que, llegue quien llegue al gobierno, la vigencia de los programas sociales esté blindada.
En Zacatecas y San Luis Potosí, López Obrador hizo referencia al final de su administración: ya me faltan ocho meses (…) me voy contento porque ya sentamos las bases de la transformación, me voy contento porque cumplimos con el principio maderista de sufragio efectivo, no relección; porque vamos a seguir llevando a cabo la transformación, aunque ya no esté, porque me voy a jubilar, el movimiento va a continuar y va a quedar en muy buenas manos. No se los diría si no fuera así.
Pidió a los potosinos estar pendientes del paquete de reformas que enviará al Congreso el próximo 5 de febrero. A unos meses que termine mi mandato ya avanzamos, va a ser muy difícil un retroceso, porque no va a haber marcha atrás, ya cambió la mentalidad, ya está dando resultados la revolución de las conciencias. Además, todo va a quedar bien protegido, blindado. Las iniciativas, dijo, pretenden garantizar los derechos sociales para que llegue quien llegue no puedan cambiar la política de apoyos al pueblo.
En la lógica del final del sexenio, los gobernadores de Zacatecas, David Monreal, y de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo, lanzaron arengas con abiertos tintes electorales, desafiando el marco legal que restringe sus declaraciones.