En su mensaje Urbi et orbi (a la ciudad de Roma y el mundo entero) el día de Navidad, el papa Francisco pidió que los políticos del continente americano resuelvan los problemas de migración y desigualdad que aquejan a sus sociedades. Que “el hijo de Dios, que se hizo un niño humilde, inspire a las autoridades políticas y a todas las personas de buena voluntad del continente americano, para hallar soluciones idóneas que lleven a superar las disensiones sociales y políticas, a luchar contra las formas de pobreza que ofenden la dignidad de las personas, a resolver las desigualdades y a afrontar el doloroso fenómeno de las migraciones”, señaló el Papa.