La cancillería rusa hizo público que Moscú concluyó el procedimiento para abandonar de modo definitivo el Tratado de Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (FACE), que Rusia inició en mayo pasado al denunciar el documento, en su tiempo considerado piedra angular de la seguridad europea al eliminar la ventaja cuantitativa que tenía la Unión Soviética en ese tipo de armas en el Viejo Continente.