Se temía que más de 60 migrantes hubieran muerto después de que un pesquero español rescatara cerca de la nación insular de Cabo Verde, en el océano Atlántico, a los pasajeros de un barco que había zarpado con más de 100 personas a bordo, según dijeron autoridades y activistas. En el barco se encontraron siete cadáveres y se estimaba que 56 personas habían desaparecido en el mar.