El Parlamento israelí aprobó una cláusula clave de la controvertida reforma judicial que busca restringir las facultades de la Corte Suprema para pronunciarse sobre decisiones del gobierno.
El texto fue aprobado por 64 diputados de la coalición de derecha, ortodoxos religiosos y extrema derecha del primer ministro Benjamin Netanyahu, mientras que la oposición decidió boicotear la votación.